martes, 17 de mayo de 2011

Dejando que todo fluya...

Así como el rio llega a su cauce, así llegan las soluciones a nuestra vida. Esto no quiere decir; no hagas nada que la solución llega sola, pues no.  Solo quiero hacer énfasis en que todo tiene su tiempo.

Como el roble necesita de años para hacerse un árbol fuerte y majestuoso, de este modo, cada uno de nosotros  necesita su tiempo para encontrarse consigo mismo,  descubrir lo que se le ha dado y su misión en la vida.

El desesperarnos nos hace ciego a las verdaderas oportunidades, nada hacemos con apresurarnos en el tiempo si lo que va ha ser, siempre encuentra la manera de serlo

Sé que hay esperas que se hacen eternas,  momentos que nunca llegan, miradas que no se encuentran, oportunidades que jamás se dan  y ansias de saber lo incierto que se van adueñando de nuestros días, pero,  segura estoy  de que todo está relacionado con un destino oculto que nos lleva a algo más grandioso, algo verdaderamente hermoso que nos hará seres reales llenos de logros y bendiciones…

 El detalle esta en dejar fluir, viviendo un día a la vez,  sin que los tropiezos del pasado marquen nuestra caída del presente  y los inciertos del futuro nos contaminen de ansias absurdas…

Creo firmemente  en  que al final del camino todo valdrá la pena y que nuestra felicidad solo depende de un reconocerme, aceptar y confiar en DIOS. 

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